El
tamiz auditivo es una prueba sencilla y rápida que se debe realizar en todos los
recién nacidos hasta los tres meses de edad. Es un estudio que se hace en todo el mundo para comprobar la audición en los recién nacidos.
En
México, de cada mil niños que nacen, 3 tienen problemas de la audición, lo cual puede detectarse con este estudio y lograr que el niño obtenga el
aprendizaje y el
idioma para
comunicarse.
En promedio, un bebé actúa como normo-oyente hasta los 18 meses y los padres detectan o sospechan la
sordera hasta los 3 años, tiempo en que ya pasó la etapa más importante de
detección y
rehabilitación auditiva y de
lenguaje.
Los niños con antecedentes de
sordera familiar, con infecciones congénitas como la rubeola, toxoplasmosis, sífilis, herpes o citomegalovirus; los de bajo peso al nacer (menos de 1,500 gr.), con APGAR0-4 al minuto y 06 a los 5 minutos, con enfermedades congénitas, meningitis bacteriana, depresión respiratoria severa al nacer, así como los que recibieron medicación ototóxica; son los niños a los que frecuentemente se les detecta un problema de audición.
El estudio de las
emisiones otoacústicas o
tamiz auditivo va a detectar si el bebé tiene
audición normal o si tiene disminución de esta, el
diagnóstico temprano es muy importante y la rehabilitación debe de iniciarse antes de los 6 meses de edad con la adaptación de
auxiliares auditivos y/o en su caso, un
implante coclear, con lo cual se logrará que el niño logre un aprendizaje cerca de lo normal, así como un lenguaje y comunicación más completo.